Y por fin la tarde y la noche perfecta, nuestra graduacción. Todos histericos pero con muchísima ilusión luchando por lo que era nuestro, el mundo entero nos pertenece.
He aquí a nosotros los latinos, los de letras, los de la clase del fondo apartada de todos. Salimos de la nada con nuestras coronas de laurel (que madre mía lo que me costó hacerlas) y una lagrima cayendonos a todos. Hubo algunos que tuvieron que renunciar a salir porque no se qué tiene este hombre que todos le adoran, pero los obcecados siempre ganamos porque controlamos la dialéctica y algo de teatrillo así que o nos dan la razón como a los tontos o la armamos.
Enhorabuena mis niños
^^
No hay comentarios:
Publicar un comentario